jueves, 2 de marzo de 2017

Anoche

Esperaba el colectivo anoche, hacía calor sobre la avenida Callao.
Dos camionetas amarillas pararon de repente delante de mí e hicieron una maniobra inesperada cruzando a la vereda de en frente y dando marcha atrás para quedar justo a la altura de tres personas que dormían en un rincón.
Porque Buenos Aires es así y cada vez peor, testigo de la falta de vivienda de muchas personas y familias. También Buenos Aires resultó un lugar donde las camionetas de espacio público del gobierno de la ciudad solo paran para correrte.
Las tres personas se levantan rápidamente y agarran sus cosas mientras de una de las camionetas desenrollan una manguera que solo usarán para "limpiar" ese cuadrado de dos por dos donde estaban durmiendo. Todo el resto queda igual. No hay dudas que el único objetivo es sacar esa gente.
Me muestro sacando fotos, para que sepan que miro, que estoy ahí aunque sea la 1 am. Manguerean ese dos por dos.Levantan la manguera y se van.


Cuando las camionetas se fueron, las personas vuelven a dormir en el lugar en el que estaban.
Una señora se sienta en el banco de la parada en la que espero el colectivo y me pregunta la hora. Sé que no espera el colectivo. Hablamos del clima. Se queda dormida. Ella también está en situación de calle aunque lo disimula.
¿Y qué puedo hacer más que quedarme allí con ella hasta que despierte?
Se despierta y se va, en situación de calle a buscar dónde dormir y que no la molesten.
Yo también me voy en situación de desazón, de tristeza y de impotencia.
Llega el colectivo y la ciudad sigue como si nada.