domingo, 17 de junio de 2012

Cómo explicar lo inexplicable

Hace dos viernes cumplí con una de mis tareas luego de la vuelta de Palestina, explicarles a mis compañerxs de la APDH, en una presentación interna, de qué se trató mi vida en Belén durante tres meses.
Estaba nerviosa.
¿Cómo resumir en una hora y media el conflicto palestino israelí, la situación actual, mi experiencia personal y además dejar espacio para las preguntas?

Lo mejor de la presentación creo, fue el mapa que tomamos prestado de las presentaciones de UNOCHA que explica Cisjordania A, B y C, línea verde, colonias, barrera... Ese creo que es un comienzo acertado.
Después de la introducción elegí dos casos, de esos de todos los días, que muestran la locura en la que viven lxs palestinxs y que también muestran que no todxs los israelíes están de acuerdo con lo que hace el Estado de Israel.

Ejemplo 1: checkpoint 300 de Belén a Jerusalén. Casi tres mil personas entre las 4 am y las 7 am cada mañana. La locura de los permisos. Lo indecible de la frustración y el maltrato. El extraordinario trabajo de Machsom Watch.

Ejemplo 2: la historia de Omar y su familia, "el hombre del túnel" como lo llaman en Al Walaja. Usamos un video de Al Jazeera que resume en dos minutos lo que el muro va dejando a su paso.

Lo más difícil será que nada tiene que ver con el sentido común lo que pasa. Las preguntas fueron directas ¿no es obvio que con la construcción de una barrera así se genera más inseguridad de la que se quiera prevenir? ¿no es obvio que esa barrera no busca la seguridad? ¿no es obvio que el aumento de colonias van en detrimento de la opción de los dos estados? Todas cuestiones lógicas, que desde un lugar tan lejano se ven con mucha claridad.

Me acuerdo un día que nos llevaron desde el Programa a visitar Sderot, una señora muy amable nos explicó sus preocupaciones y miedos con los misiles de Gaza que es la ciudad vecina aunque rodeado por el muro. Le preguntamos qué pensaba de la barrera alrededor de Cisjordania y ella opinó que si bien mucho no le gustaba, le daba seguridad. Fue allí cuando el conocimiento de cada unx de quienes vivíamos en esos días en Cisjordania hizo notarle que al no estar completa la barrera, había muchos pasos no controlados y abiertos por los que, incluso algunxs de nosotrxs, habíamos pasado... Se sorprendió. Ella, que había vivido allí en Israel toda su vida, simplemente no sabía que la barrera no estaba completa.
Después de algunas presentaciones en estos meses me vuelve este recuerdo de Sderot, una ciudad con refugios antimisiles por todas partes.

Hay una constante, la constante de no saber de lxs otrxs. Es que hace falta seguir contando lo que pasa en Cisjordania acá en Buenos Aires y en Latino América pero también en Israel.